Caminante Mia

¡Mi hermosa mujer de los ensueños!
que sueñas siempre con este amor,
que buscas ese calor corporal, 

que te ha brindado el mio,
para sentirte protegida entre mis brazos.

¡Adorada mujer mia!
tu que vas entre el tiempo y espacio ¡buscandome!
tu que viajas a travez de las dificultades,
para por fin encontrar a tu amado;

en esta odisea  que has ido
atravezando caminos, montañas, rios;
quedandote dormida y exhausta  de tanto cansancio;
permaneciendo en los rincones de cada estacion,

de algun lugar incierto,
pasando aquel frio que congelan hasta los huesos,

sintiendo ese miedo e incertidumbre.

¡Mi diva!, sabes cuanto aprecio este empeño,

que ha pesar de tus dolores te has fortalecido para mantenerte de pie,

arriesgarte tanto, 

para buscar aquella felicidad,

en algun lugar remoto;
no te ha importado cuan dificil podria ser
y has emprendido la travesia, 

para reencontrarte con certeza,

con tu bien y amado Ulises.

¡Como no amarte, mi adorada mujer!

si con tanta espectativa emprendiste tu vuelo,
con la unica esperanza, que en algun momento,
este sueño se volviera realidad,
mi pequeño ser, mi gran e intenso amor,
ahora mas que nunca, 

me encuentro mas adherido y aferrado a ti,
por ese gran esfuerzo que haces por unirnos,
que en ocaciones fallidas no te has rendido,

y nunca lo haras,

¡porque eres fortaleza, porque eres grandiosa mia! 
 
¡Tu mi dulce viajera, sabes que te amo!
¡tu mi leal y fiel mujer!
que con toda esta expectativa de vida;
que me has dedicado, al paso de los dias;
haces que mi vida sea significativa,

entre tanta carencia de seres nobles.

¡Tu eres aquella! que cuando me encotraba en el vacio,
me habias levantado de entre los suelos,

y aun deshecho, has creido en mi;
¡como no voy amarte!
si eres como la luz que nos cobija a diario;
como no agradecerte; si como todos los seres
tu eres unica, porque aun crees en este sentimiento,
que mientras exista un sorbo de amor,
la tuya con la mia seran inalienables e indestructibles,
tu que siempre estaras en mis victorias y derrotas,
emprenderemos a cada instante una nueva luz de vida.
 
Por: Juan Jose Curicama Naula
“El por Siempre Ulises”
Odisea de un Amor Nefasto.

A esa mujer mia

A esa mujer que amo,
la tengo aqui guardada en mi corazon,
a esa mujer, que aun cree en mi,
mi dedicacion entera,
porque ella es quien mi corazon late mas fuerte,
porque en breves circuncstancias de la vida,
ella ha estado en mis momentos mas amargos
es ella quien se ha quedado impregnada en mis entrañas,
es por ella que cada alba que renace,
expresa en mi la luz de la esperanza,
y este espacio de tiempo,
mi cuerpo anida su calor,
y ahora; que en mi desespero,
mi piel siente tantas ganas de la suya,
provocandome tanta agitacion en cada respiro,
porque me falta ese aliento de ternura,
su voz tan dulce y melodiosa,
que me fortalece, que me dignifica,
es esa la mujer incondicional;
la que espero todos los dias,
aferrandome tanto,
y en determinadas circunstancia,
veo que este amor se engrandece
a cada momento,
mi armonia, mi alegria,
mi engrandecimiento, mi esperanza,
eres tu mi maravillosa mujer,
que por las noches clamo, que llegaras a mi,
para empalagarme de tu amor.

Te amo amor de mis amores.
 
Por: Juan Jose Curicama Naula
“El por siemrpe Ulises”
Odisea de un amor Nefasto
Quito - Ecuador

Es ella quien amo

A esa mujer que amo,
la tengo aqui guardada en mi corazon,
a esa mujer la que cree en mi,
mi dedicacion entera,
porque ella es quien, mi corazon late mas fuerte,
porque en breves circunstancias de la vida
ella se ha quedado impregnada en mis entrañas,
es por ella que cada alba que renace,
expresa en mi la luz de la esperanza,
y este espacio de tiempo,
mi cuerpo anida su calor,
ahora que mas desesperado estoy;
mi piel siente tantas ganas de la suya,
ahora provoca agitacion a en cada respiro,
porque me falta ese aliento de ternura que me fortalece,
que me dignifica,es esa mujer incondicional;
la que espero todos los dias, me aferro tanto,
y veo que este amor se engrandezca cada momento,
mi armonia, mi alegria,
mi fortaleza, mi esperanza,
eres tu grandiosa mujer,
que por las noches clamo siempre vinieras.
te amo amor de mis amores,

mujer valiente y extraordinaria.

Por: Juan Jose Curicama Naula
“El por siempre Ulises”
Odisea de un amor Nefasto
Quito - Ecuador

Describiendote.

En mis repentinas horas,
me invade la imagen de mi amada mujer;
su hermoso rostro, su cabello azabache;
sus labios tan unicos,
con ese adorno que marca su belleza,
sus ojitos que me expresan amor,
dolor, tristeza, fortaleza,
aquellos que me piden,
los observara detenidamente,
esa mirada que me enamora,
que a la vez dice amame,
y con delicadeza los miro fijamente,
con gran recelo, porque me apasionan.
 
¡Ahora! en el rincon de mi requiebro;
mi cuerpo se desvanece,
y trata de ir a tu encuentro,
para amarte,
porque en definitiva en mi,
quedo impregnada su piel canela,
su aroma, su hermosa figura,
que mis manos la acariciaban,
ese su delicado cuerpo,
que con tanta delicadeza,
y mucho respeto mi voz la pedia a los oidos
si podia seguir explorandola;
en sus delicados pechos,
y mis labios besaban con tanto tino,
para sentirme amado y protegido
porque en aquellos estaba seguro,
en ellos mi vida se convertia en armonia.
 
Esto se ha convertido,
en el fiel cordero del amor,
insitandome a recorrer tu cuerpo,
y esperandote a cada momento,
vinieras a amarme a menudo,
y depertar con tu cuerpo
sobre el mio,
para verte a los ojos
y decirte que todo estara bien,
al final de la luz del dia.
 
Sabras que no podria, interpretar aquello;

si algun dia me faltaras

sabes que el el fondo de mi alma,
has construido es sujeto que vuelva la esperanza,
que salga nuevamente  ha emerger,
esa flama que se extinguia lentamente,
eres tu mi bella mujer,
que he perseguido con mas empeño,
por me has dado la posibilidad de felicidad
a lado de ti para eternizar pudor.

Por: Juan Jose Curicama Naula

"El por siempre Ulises"

ODISEA DE UN AMOR NEFASTO

Quito-Ecuador

Sin Fronteras

En esta tarde de invierno,

mi alma se inquieta
y te busca por doquier;
en este silencio,
te clamo que vinieras,
y este pensamiento vuela a ti,
para abrazar tu hermoso cuerpo,
y deslizarme a besos,
en esta soledad, pretendo volver
y me brindes tu calor.
 
En esta tarde gris,
mi corazon agolpa mi pecho,
desesperado, queriendo huir a ti,
mi dulce mujer,
¡tu! la amada mia,
¡tu! la que curaste con tu presencia
este vacio que en mi inundaba;
en mis noches de desvelos
te necesito mas,
necesito sentirte,
para que brindes calma.
 
En esta distancia,
hace que mi vida sea mas importante,
este sentimiento profundo
que se embarca en tu destino;
mi chiquita hermosa
mi extraordinaria guerrera,
la adorada mia,
la que en sus pechos,
este ser se regocijaba.
 
Como no amarla, mi reina hermosa
como no ser feliz,
si cuando nos amabamos
sentiamos que nuestros miedos, huian;
asi como este amor, tan leal,
se ha convertido en la necesidad;
me imagino que algun dia,
nuestro amor, ¡este!, para siempre,
sin barreras, sin quebrantos.
 
Te amo corazon mio.

Por: Juan Jose Curicama Naula
“El Por siempre Ulises”
Odisea de un amor Nefasto

Melancolía

Despierta amada mía,

que pronto llegara la muerte,

que desamparadamente

nos quitara la vida,

donde el cuerpo,

no tendrá huida;

quien nos llevara al exilio,

como un folio

de la oscuridad,

confines de holocausto,

a la eternidad;

¡contempla, tu realidad!

trunca la injusticia,

de esta macabra soledad.

 

Despierta pronto,

y amémonos,

con gran intensidad

y huyamos fuera de lo común,

mientras la vida esta aun;

vayamos al paraíso soñado,

 juntos los dos,

unidos siempre al corazón,

gritando por el amor;

¡y escuchándonos a lo lejos!

el eco de la pasión,

atesorándonos

y envidiándonos

constantemente.

 

Despierta amor mío,

que aún queda mucho,

por descubrir,

el deseo profundo,

que brota la ilusión divina;

la fuente mágica,

que formo nuestras almas,

que brotaron en nuestras palmas;

¡no dejes amor mío,

que el día se extinga!

hacia el olvido,

de la negra y turbia necedad.

 

¡Despierta ya.. despierta!

que el temor,

cubre mi cuerpo;

desvaneciéndome,

donde me envuelve,

y me lleva,

al borde de la locura;

¡despierta ya... despierta!

ven a mimarme está vez;

¡sostenme ahora!

que es el momento de partir,

sostenme con un beso,

que el beso de tú boca,

los míos invoca,

pronto... ven pronto.. por favor,

¡y ahora!

¡déjame ya expirar!,

es momento de soñar,

eternamente.

Por: Juan Jose Curicama Naula

"El Por Siempre Ulises"

Odisea de un Amor Nefasto

Quito-Ecuador

Decepción

Mentiras siniestras,

hay en tú corazón,

más nunca supiste,

que hay un gran dolor,

que siempre frecuenta,

aquí en mi interior.

Ya nada más queda,

solo desilusión,

destrozas sin miedo,

este dulce amor,

hoy triste contemplo,

la dicha de pasión.

 

Demente maldita,

juzgas mi corazón,

sabiendo que tú,

eras la perdición;

jugaste con fuego,

y con ella te extinguirás,

en aquel lóbrego

de miedo y ansiedad.

Por: Juan Jose Curicama Naula

"El Por Siempre Ulises"

Odisea de un Amor Nefasto

Quito-Ecuador

Mar del Olvido

¡Mar del olvido!

Llévate contigo mí pena,
que atormenta y estremece
los sentidos;
ya no puedo tanto,
cautívala pronto;
la llevo en mi mente,
que siempre es frecuente,
no paro de pensarla,
era tan hermosa,
como una diosa,
tan fina,
tan divina,
tan tierna,
que nada se comparaba
con ella.

¡Mar del olvido!

Llévate contigo mí sueño,
que es un martirio,
y causa delirio;
que no me deja dormir,
donde siempre debo sentir,
aquella cara mártir;
pues sueño,
tras sueño,
me parece una pesadilla;
su voz es como una querella,
despierto de uno,
sin saber que aun duermo,
y nuevamente vuelve
aparecer aquella.

¡Mar del olvido!

Borra de mí, sus besos,
que en veces son perversos,
que impregnado quedo
sus labios
a los míos,
el sumo delicioso
que embriagaba;
la bella y excitante
melodía de su voz,
que se desbordaba
en mis oídos;
el rechinar cascabel
de sus dientes,
que en mi eran excitantes.

Por Juan Jose Curicama Naula
"El Por Siempre Ulises"
Odisea de un Amor Nefasto
Quito -  Ecuador

Madre

¡Oh madre mía!

tú que con derroches,

en la vida me condujiste;

hacia el camino más seguro,

donde todo es grandeza,

con fiel armonía.

 

Es por ti madre mía,

que sobrevivo,

en estos nostálgicos

arrecifes,

que pronuncia vida,

es por ti, cariñosa mujer;

que en tú regazo,

siempre me sostenías,

para hablarme al oído

y envolverme,

con tu dulce aliento;

eres tú, en quien confío,

pues siempre estás presente,

siempre, a la hora de la verdad.

 

¡Ay diva mía!

eres como el cielo,

tan intensa, con gran velo,

tan inmensa con tú pensamiento,

¡pues eres tú! mi delicada madre,

que engarzas con tus miradas,

en el hondo de mi pensar;

con armonía sin cesar.

 

Es esto lo que te dedico,

unas simples palabras;

que han llenado al corazón,

con gran vehemencia;

es lo más que puedo darte,

por haberme dado la vida,

con gran entronque.

 

Es justo y necesario,

que estés a mí lado,

es que sin ti, todo variaría;

y ya no sería vida,

y si es que acaso

madrecita mía,

me llegaras a faltar;

yo no sé qué pudiera dar

a cambio de que tú regreses.

 

No madre mía,

no podemos engañarnos;

pues es el oscuro destino,

quien nos desamparará,

ya nada curaría,

el corazón partido,

con tu partida.

 

¡Es a ti! quien toda la vida te debo;

¡es a ti! que mi sensación,

brota candores de pureza,

como brota la naturaleza,

su árbol;

¡es a ti! que la soledad,

mantiene gran celo;

¡porque eres tú!

la quien emerges alegrías,

mi madrecita linda;

nunca dejare que me abandones,

pues siempre seguiré tus pasos

hasta el final,

de esta cruda realidad.

 

A mi madre Rosita,

mi madre contemplativa.

Por: Juan Jose Curicama Naula

"El Por Siempre Ulises"

Odisea de un Amor Nefasto

Quito -  Ecuador 

Sincero Ser

Mi bella dama,
el cual apareciste de no sé dónde,
me has brindado ese halo de vida,
que nuevamente renace de mi ser,
que con tus palabras me levantas.
 
Mi hermosa mujer de los ensueños,
te ocultabas entre tanta multitud,
nunca supe que estabas allí,
observando ese vacío que hay en mí,
y de pronto estas aquí, tan real.
 
Quien pudiera imaginar,
que eras tú, quien, con tu nobleza,
impulsara nuevamente la esperanza,
y me cobijaras en tus brazos,
para sentir, que aun puedo sentir.
 
Como no sentirme encantado contigo,
sí en fin tu dulzura me envuelve paz,
me atrevo a decir que esa confianza es mágica,
tú, que con tus experiencias lo demuestras,
ese cuidado que tienes, de caminar lentamente y seguro.
 
Por: Juan José Curicama Naula
“El Por Siempre Ulises”
Odisea de un Amor Nefasto
Quito – Ecuador
11/02/2023

Ansiedad

Ganaste, otra vez ganaste,

me destrozaste el alma, 
y has quebrantado la esperanza,
me has hundido en el delirio;
y has condenado mi lealtad,
al vacío donde no hay retorno.

Cuantas veces te pronunciaste que te dejara,
no sabes cuanto lo sabía, de tus deslices,
más sin embargo me aferraba a no dejarte ir,
y me arrastraba como enfermo del deseo,
suplicando, amaras mi cuerpo,
y calmaras esa ansiedad.

Cuanto me postraba, a aquella;
que mientras más daño,
más placer parecía darme,
era como un vicio,
era como la necesidad,
que prolongaba mi existencia.

Como pudiste vivir engañandome;
como pude ser capaz de permitir tanta tortura,
ese amor se idealizo,
haciendome creer, en ese amor de novela,
en esas palabras vacías de amor,
que se liberaban y se escapaban a la vez.

Por Juan Jose Curicama Naula
“El Por Siempre Ulises”
Odisea de un Amor Nefasto.

Quito - Ecuador

Memorias

Caminaba por los jardines 
donde juntos nos encontrábamos, 
aquel hermoso parque que se lleva 
estas memorias, cuando a hurtadillas 
nos escapábamos para cobijarnos con nuestros brazos,
donde las caricias, nos envolvía la locura.

Incluso ayer recordaba, aquellos momentos,
donde prometimos estar juntos, pese a las adversidades, 
ya que nunca se borraría esos gratos momentos,
fue allí donde nos mordíamos a besos, 
fue en aquel entonces donde nuestras miradas 
se cristalizaban por nuestro amor tan único.

Me trae tanta nostalgia y a la vez alegría,
recordar ese instante mágico que desprendíamos,
ese amor que solo los dos, sabemos que es verdadero,
porque en otros tiempos a lo mejor te ame,
y quedaron inconclusos, ahora nuevamente reapareciste,
para concluir y expresar profundamente este deseo.

Este lugar me trae recuerdo, el aroma de tu piel,
y ese olor tan fresco de los arbustos que nos rodeaba,
aquel asiento que nos brindo descanso y mirarnos a los ojos
nos enloquecíamos como muchachos de colegio,
mi adorada flor del roció, eres ese aroma que se pronuncia,
en mi contorno cuando no te veo, y se manifiesta en tu ausencia.

Mi bella mujer, donde andarás,
acaso mi nombre se expresa en tu memoria, 
como aquel lugar que me recuerda tu hermosura,
que será de ti, ¡que será!, ese calor de tu cuerpo,
me invade en mis sueños, se manifiesta tantas veces,
y me cubre para que calme mi ansiedad.

Por Juan José Curicama Naula.

"El por siempre Ulises"

Odisea de un amor nefasto.

Quito -Ecuador 

Perversa

¡Perversa! 

sí perversa, ante esta sociedad podrida,
porque eres, ese engendro de la maldad.

¡Perversa!

cómo no llamarte perversa ya  
que, con engaños y manipulaciones, te has victimizado.

¡Perversa!
porque has absorbido de mí, la fortaleza,
y me has convertido en un cordero.

¡Perversa!
porque así se expresan tus labios, seño y ojos,
cuando cruel y fría te volvías ante mí.  

¡Perversa!
porque me dominaste, y al quererte dejar
me aferraba más y más.

¡Perversa!
creía que al amarte tanto había ganado mi cielo,
mas sin embargo se ha transformado en el infierno.

¡Perversa!
porque en cada palabra que brotabas 
eran como bombas a los oídos; lastimaban.

¡Perversa!
porque has quebrantado esa supuesta lealtad,

que aparentemente me brindabas.

¡Perversa!
porque en definitiva nadie regresaba tantas veces,
a mí, demostrando como que nada había pasado.

¡Perversa!
porque fui reemplazado tan fácil, 
y aun así, me tome la molestia de amarte nuevamente.

¡Perversa!

porque a base de tus traiciones, te deslizabas con otros, 

y me inculpabas de tus descisiones carnales con aquellos.

¡Perversa!

porque que derrame tantas lagrimas en mis noches largas de soledad,

por la incertidumbre que brindabas cuando no regresabas.

¡Perversa!

porque juraste una y otra vez que nunca mas lo harias,

mas sin embargo, solo me mentias como a un niño.

¡Perversa!
porque sin imaginar en tu supuesta dulzura;
cubres esa caracterización real de malintenciones.

¡Perversa!
Porque en caricias, besos y sexo solo demostrabas locura,
sorbiendome como sanguijuela toda mi energía tántrica.

¡Perversa!
Ahora puedo decirlo, porque perversa son tus acciones,
Que consciente o inconsciente dañabas mi integridad.

¡Perversa!

porque te has convertido en ese ser tan despreciable,

que como coraza escondes esa personalidad tan detestable.

¡Perversa!
porque has matado los sueños e ilusiones,
y has vegetado a este individuo, que soñaba tanto.

¡Perversa!
si perversa, porque confié en tus palabras vacias de amor,
mas sin embargo se desbordaron en la nada.

¡Perversa!
porque no mides jamás tus acciones, y emites miedo,
haciendo que este entorno se vuelva enjambrado de pavor.

¡Perversa!
¡hasta cuando puede tolerarte tanto!
y ser víctima de tus perversiones.

¡Perversa!
llámase perversa porque tienes esa psicopatía,
que no lo saben todos, 
solo los que convivimos contigo supimos de tu decadencia mental.

¡Perversa!
porque has creído mantenerme en tus manos,
más sin embargo me has convertido en el odio.

¡Perversa!
porque entre los demás eres, esa hermosura,
porque no saben que guardas esa malicia tan oscura.

¡Perversa!
porque logras de alguna manera engañar a las autoridades,
con esa victimización que te caracteriza.

¡Perversa!
porque te has refugiado en antros de la fe,
demostrando así tu hipocresía, a máxima expresión.

¡Perversa!

porque no te ha importado bajo ningun concepto,

lastimar a esa tierna vida y abandonarlo.

¡Perversa!

porque eres ese caos del desastre,

que pronuncias con esos actos malevolos.

¡Perversa!
porque has logrado esconder ante todos,
esa verdadera personalidad cruda y demoniaca.

Por: Juan José Curicama Naula
El Por Siempre Ulises
Odisea de un Amor Nefasto.

Incertidumbre

Este mundo se volvió un caos,
la naturaleza solo responde
a la ignorancia de la humanidad,
la prepotencia del individualismo
la locura del capital que destruye,
la misteriosa razón de los nuevos ideales
del adoctrinamiento político, religioso y económico.

Nos vamos auto-flagelando lentamente,
causando el desastre global;
contaminándonos, asfixiándonos,
en que clase de plaga nos están convirtiendo;
nos mantienen al margen de sus planes,
porque somos muchos,
y pocos son: los que nos titiritean, 
como siempre nos llevan al holocausto,
aquellos son: “los que inventan protegernos”

Que comprende este objetivo,
a donde nos marca, esta incertidumbre,
como comprender este delirio masivo,
que nos vuelven tan indolentes,
tan miserables, tan absurdos entre nosotros,
creo que ya todos estamos alienados,
desde el principio de esta “evolución de caos”

Por: Juan José Curicama Naula

“El Por Siempre Ulises”

Odisea de un Amor Nefasto.

Quito-Ecuador

Amo

Amo esa belleza tan desbordante,

que es tan única;

amo esa mirada profunda,

que oculta su tristeza,

amo esos labios,

que aparentan besar con pasión;

amo esos pechos,

que enloquece mis sentidos;

amo esa piel divina,

que se enchina con la mía,

amo ese calor interno,

que desfoga de su cuerpo;

amo ese aliento,

que jadea cuando la acaricio;

amo esas cicatrices naturales, 

que la vida lo marcó;

amo esa sonrisa,

que conjuga con sus ojos;

amo a esa mujer,

a pesar de las dificultades;

amo a esa reina,

porque siento que otros tiempos fue mía;

amo esta realidad que vivimos,

porque sabemos que estamos con gente equivocada;

amo, esa bondad que tiene,

porque sacrifica, su felicidad por los suyos;

amo ¡sí! la amo;

a pesar de los requiebros, vivo para ella;

amo, como no amarla,

sí locos nos volvíamos en nuestro paraíso.

Te amo, no lo dudes,

te amo hasta mi último respiro,

te amo porque así lo decidimos

te amo, porque así lo expresan las caricias,

que plasme en tu cuerpo.

¡Te amo!

Por: Juan José Curicama Naula

“El Por Siempre Ulises”

Odisea de un Amor Nefasto.

Quito-Ecuador

Dama Mia

Dama misteriosa, 
que te escondes entre esa multitud,
haces que te busque por doquier.

Dama oculta, 
donde tu voz solo escucho en mis sueños,
así contemplo tu lirica voz,

Dama mía, dama liberadora, 
que sueña, con ese cambio radical,
que es utópico para muchos.

Dama soñadora,
te exiges tanto, 
buscando ese equilibrio social.

Dama ¡misteriosa dama!
me has dado esa inspiración de vida,
porque siempre té pronuncias de alguna manera.

Dama hermosa,
dama misteriosa,
dama oculta.

Dama mía, mía porque así lo siento
porque haces que te persiga por las noches,
causándome insomnio.

Dama mía, 
sabrás que irradias confianza,
sabrás que me halagas.

Dama divina, 
por ser madre y elocuente a la vez,
haces que yo tenga algo de cuidado para hablar.

Dama sincera, 
pues estas palabras te dedico,
porque has hecho, que nazca aquello.

Por: Juan José Curicama Naula
“El Por siempre Ulises”
Odisea de un Amor Nefasto
Quito-Ecuador

Mártir

En este desconcierto, 
me voy hundiéndome lentamente, 
en el juego de las caricias atrevidas, 
donde mi cuerpo se agita al tenerla tan cerca; 
¡con esa incertidumbre! que si a lo mejor lo desea.

Estoy en ese brote de desaciertos,

donde, en fin, sigo perdido,
en ese fango de la desilusión, 
creo que me dejo llevar tanto,
por ese esclavizante martirio del deseo.

Este juego experimental,
pudiera llevarme al suicidio, 
porque estoy tan vacío,
que a veces siento, que todos se mofan,
de este desorientado sentimiento.

Me siento tan avergonzado,
que no bastan las palabras de aliento,
para superar mi ego,
me siento atado a una obsesión,
a ese alguien que ya no brinda amor.

Me convertido en una marioneta,
que todos se atreven a manipularme,
así voy, como un vaivén, a veces bien o a veces mal;
este pecho me oprime, me sangra,
solo desciendo poco a poco a la nada.

Por: Juan José Curicama Naula
“El Por Siempre Ulises”
Odisea de un Amor Nefasto.
Quito-Ecuador

Apolillamiento del Alma

Me siento tan decepcionado, 
confié en ella, una y otra vez, 
y nuevamente volvió hacerlo, 
cuando aprenderé a decir, ya basta. 
 
Me siento tan impotente, 
estoy tan lastimado, 
que, si me hieren nuevamente, 
de seguro fingiría no dolerme. 
 
Me siento tan humillado, 
no me reconozco, 
más sin embargo pretendo, 
no perder la calma. 
 
Me siento tan vacío, 
han absorbido todo de mí, 
me han dejado tan deshecho, 
y sin las ganas de seguir. 
 
En que me han convertido, 
en qué tipo de burla, 
me han nombrado, 
apolillando mi ego. 
 
Que soy, a que se debe este delirio, 
me encuentro tan emblandecido; 
estos años me van disolviendo, 
y para rematar me engañan vilmente. 
 
Por: Juan José Curicama Naula 
“El Por siempre Ulises”   
Odisea de un Amor Nefasto. 
Quito-Ecuador 

Florecita Mía

Esta flor se ha marchitado,

a pesar de mis cuidados,

¡como la había cuidado!

día tras día,

contemplaba sus pétalos 

y aquellas verdes hojas,

pero lentamente se fue muriendo.

Mi afición por las flores,

me refleja, la belleza de aquella,

aquella que así mismo,

qué; a pesar de mi entrega,

lentamente fue carcomiendo,

la confianza y el amor que la tenía,

hasta que al fin asfixio mi ternura.

Que cosas más extrañas, 

ejemplizar ese brote y caída,

de aquella flor, que, como el amor,

florece, se consume y fenece,

a pesar de la sutileza tan expresada,

esta se va transformando,

hasta perderse en el suelo.

Por: Juan José Curicama Naula

“El Por Siempre Ulises”

Odisea de un Amor Nefasto

Quito-Ecuador

¡Jamas!

¡Jamás! he dejado,
disolverte de mi memoria.

¡Jamás! he perdido la cordura,
por fantasmas de las traiciones.
 
¡Jamás! me abstuve tanto,
por amarlas.
 
¡Jamás! tuve un desborde suicida,
por pasiones.
 
¡Jamás! he ocultado un sentimiento sublime,
que había provocado.
 
¡Jamás! llegara esa ternura lisiada,
de desdichas
 
¡Jamás! podría habitar en un contorno de deidades,
con tanta hipocresía expresada,
 
¡Jamás! me sumiría y bajo ningún concepto,
hacia moralismos carentes de verdad.
 
¡Jamás! he dedicado tanto tiempo,
a la espera de aquella,
 
¡Jamás! de los jamases,
mi concepción será sumisa.
 
¡Jamás! por tan vaga que sea la idea,
¡jamás! decaerá.
 
¡Jamás! querría reencontrarme,
para que fracturaras nuevamente mi alma.
 
¡Jamás! quisiera consentirte,
que me alejaras otra vez de mi fortaleza.
 
¡Jamás y eso si jamás! vuelvas a engañarme
diciendo que nunca has de engañarme.
 
Con todo esto, será que volviera,
nuevamente renovado, y mi esperanza inquebrantable.

Por: Juan José Curicama Naula.
“El por siempre Ulises”
Odisea de un Amor Nefasto
Quito-Ecuador 

Me quedo aquí.

Me quedo aquí, observando tus fotos, 
me quedo aquí con estos recuerdos,
me quedo aquí, con esa pasión tan desbordante
que tu cuerpo expresaba.
 
Me quedo aquí, porque sin más intención
me he doblegado a esta perdida
me quedo aquí, sin saber, que pronuncia tu alma,
me quedo aquí, observando cada espacio,
que cubría nuestros cuerpos.

 
Me quedo aquí, esperando,
que algún momento volvieras,
me quedo aquí, escribiendo estas nostalgias,
que se desborda a cada instante.
 
Me quedo aquí sabiendo que mis caricias
quedarían a lo mejor estampadas en tu cuerpo,
me quedo aquí, para que de alguna manera
me contemplaras como yo, a cada mañana.
 
Me quedo aquí, sabiendo que tú conoces
que te amé, con tanta locura,
me quedo aquí, a pesar que se marchó de mí,
aun así, la sigo esperando en este mismo rincón.
 
Me quedo aquí, en este día, que es tan especial,
festejando tu onomástico,
me quedo aquí, sin condiciones,
ni aferrarme tanto.
 
Me quedo aquí, porque sin ataduras,
comprendimos que hay más regocijo placentero,
en fin, me quedo aquí, con tristeza y satisfacción a la vez,
¡porque así! se ha definido este amor.
 
Por: Juan José Curicama Naula
El Por Siempre Ulises
Odisea de un Amor Nefasto.
Quito-Ecuador

Te digo Adios

Ahora te digo adiós,
por razones tuyas o mías,
pero te digo adiós,
me duele tanto perderte,
pero en fin me toca dejarte.
 
Te digo adiós,
no por el hecho, que no te amé,
al contrario, te adoro,
hoy más que nunca, en esta ausencia.
que me causa tanta tristeza.
 
Te digo adiós,
por la simple razón,
de que estas llagas,
se curarán de alguna forma,
y se renovaran nuevamente.
 
Te digo adiós,
no por cobarde,
es el hecho, de que no podemos,
seguir lastimando a esos,
que a lo mejor confiaron plenamente.
 
Te digo adiós,
finalmente,
porque sin poder definir
las circunstancias,
nos envolvió la incertidumbre.
 
Te digo adiós,
sí, pero no para borrarte de mí,
simplemente has de mantenerte
en mis recuerdos tan maravillosos,
como aquel día en pleno derroche de ilusión.
 
Te digo adiós,
no con el afán de odiarte,
más bien, con el afán de mantenerte
impregnada en el lecho de mi corazón,
para llenarme de alegría.
 
Te digo adiós,
esperando que esta decisión
sea la acertada,
ya que se nos ha escapado
de nuestras manos, este amor apasionado.
 
Por: Juan José Curicama Naula
“El Por Siempre Ulises”
ODISEA DE UN AMOR NEFASTO

Quito-Ecuador