Mi bella dama,
el cual apareciste de no sé dónde,
me has brindado ese halo de vida,
que nuevamente renace de mi ser,
que con tus palabras me levantas.
te ocultabas entre tanta multitud,
nunca supe que estabas allí,
observando ese vacío que hay en mí,
y de pronto estas aquí, tan real.
que eras tú, quien, con tu nobleza,
impulsara nuevamente la esperanza,
y me cobijaras en tus brazos,
para sentir, que aun puedo sentir.
sí en fin tu dulzura me envuelve paz,
me atrevo a decir que esa confianza es mágica,
tú, que con tus experiencias lo demuestras,
ese cuidado que tienes, de caminar lentamente y seguro.
“El Por Siempre Ulises”
Odisea de un Amor Nefasto
Quito – Ecuador
11/02/2023