Alma de las Diosas,
fugitiva mía;
legendaria mía,
parece que ya te conocí
algún día;
exhortando quedó
el alma, desde que te vi;
xenófila mujer,
encanto que bebí;
añoranza desmedida
que gusta;
numen virginal
como postrimería, ¡esta!,
doncella mía,
augurio de mí candor;
rubores intensos a hurtadillas
con tanto pudor,
aroma de dulce fragancia
que despide de su cuerpo.
fugitiva mía;
legendaria mía,
parece que ya te conocí
algún día;
exhortando quedó
el alma, desde que te vi;
xenófila mujer,
encanto que bebí;
añoranza desmedida
que gusta;
numen virginal
como postrimería, ¡esta!,
doncella mía,
augurio de mí candor;
rubores intensos a hurtadillas
con tanto pudor,
aroma de dulce fragancia
que despide de su cuerpo.
Éter maravilloso,
sueño mío que se crispo;
lontananza estrella,
adorada doncella;
imagen de las diosas,
en ti soy una moribunda
querella;
zollipo está el corazón,
como queriendo amarte;
aurora mía,
eres única, como un arte;
bella, que dibuja
los más grandes pintores;
estética sublimen,
que en mí son, placeres
tenues,
que jamás serán realidad;
hastiado consumido
en mi soledad,
moriré sin piedad.
Por: Juan Jose Curicama Naula
"El por Siempre Ulises"
Odisea de un Amor Nefasto
Quito - Ecuador
