El auge que en mi creció,
con el tiempo
mi angustia absorbió,
aquellas mágicas sensaciones,
que brotaba sensatez;
es el hombre mísero,
caminando por su rutina monótona,
con sus brazos ya vencidos,
y con su vana esperanza,
deshecha, en su interior.
con el tiempo
mi angustia absorbió,
aquellas mágicas sensaciones,
que brotaba sensatez;
es el hombre mísero,
caminando por su rutina monótona,
con sus brazos ya vencidos,
y con su vana esperanza,
deshecha, en su interior.
Somos el cruel reflejo
de nuestras visiones,
visiones grises,
que incrustan tristezas,
tristezas que solo corroe migraña
absolutista; donde empieza
a enloquecerme,
corre, huye, no te detengas,
estás atrapado, en un arroyo,
de insignificante fe.
Calumniado, como perro
en su desdichada zozobra,
que en el interior recobra,
fuerza indescriptible
de lucha vana;
no dejes que el vuelo
de las pastillas,
te vuelvan loco;
haz que sea el principio
de tu propia ansiedad
que desesperado lo buscaste,
y que, a está alma la tentaste.
Ahora ¡camina ya!,
alza tus débiles brazos,
siente la fuerza
que envuelve tu cuerpo
y enrédate junto a ella.
¡Con ella!
te has vuelto un loco,
un loco sin tregua alguna;
no dejes desprotegida
tu ansiedad,
lucha por tu felicidad;
el dinero, té ciega,
el corazón, amor te entrega.
No dejes que te confunda,
palabras pobres de entendimiento,
ignora euforias necias,
recata nueva obsesión,
cura tú fe, que engrandezca tu alma.
Los años te vuelven loco,
los días te consumen
como una polilla,
cuando devora la madera.
No dejes que se torture;
tú visión engrandecedora,
aun no culmina tu misión,
debes seguir con tu ambición,
que aún no causan sensación.
Las ganas de ser mejor,
en veces te han decaído,
por tan difícil tiempo,
que sea, aun sigues presente,
porque sientes que
no eres fácil de derrotar.
Por: Juan Jose Curicama Naula
"El por Siempre Ulises"
Odisea de un Amor Nefasto
Quito - Ecuador
