Soy la sombra,
que refleja tus encantos;
soy el bálsamo,
que se incrusta en tus heridas;
soy la luz,
que alumbra tus misterios;
soy como el mar,
que refleja tus ideas;
soy la risa,
que alegra tus tristezas;
soy tú escudo,
cuando hieren las palabras,
soy la melodía,
que deleita tus oídos;
soy la calma,
cuando estas ausente y angustiada;
soy la lagrima,
que se empaña en tú rostro;
soy el dolor,
cuando tu alma no alcanzo;
soy el sueño,
que profana tus pensamientos;
soy el alba,
que contemplas por la mañana;
soy el racimo de cordura,
que adorna tú habitación;
soy parte de tú espíritu,
en plena armonía,
soy la languidez del destino,
que absorbe tu deseo vehemente.
que refleja tus encantos;
soy el bálsamo,
que se incrusta en tus heridas;
soy la luz,
que alumbra tus misterios;
soy como el mar,
que refleja tus ideas;
soy la risa,
que alegra tus tristezas;
soy tú escudo,
cuando hieren las palabras,
soy la melodía,
que deleita tus oídos;
soy la calma,
cuando estas ausente y angustiada;
soy la lagrima,
que se empaña en tú rostro;
soy el dolor,
cuando tu alma no alcanzo;
soy el sueño,
que profana tus pensamientos;
soy el alba,
que contemplas por la mañana;
soy el racimo de cordura,
que adorna tú habitación;
soy parte de tú espíritu,
en plena armonía,
soy la languidez del destino,
que absorbe tu deseo vehemente.
Por: Juan Jose Curicama Naula
"El por Siempre Ulises"
Odisea de un Amor Nefasto
Quito - Ecuador
