como mágica estrella,
desprendida de su
cielo;
asombras al más
inquieto ser,
con tus destellos
fluyentes;
ruborosa, cándida
mía,
siento tu alma,
postrada en la mía;
inspiración profunda,
cuantos anidan tener,
tan bella rosa, y
alcanzar un
placentero descanso perpetuo.
Crece rosa mía,
¡crece, cuanto
puedas!
pronto miles de
enamorados,
querrán cortarte,
reacias o finas
manos,
tocaran tus pétalos y
apreciaran tu aroma,
e inquieto quedará
el olfato de aquel
ser,
que embriagante
puede ser; sutil y
sencilla
de brotante
hermosura,
que recae sobre ti
las más claras sensaciones;
tanta pureza, para
tan poco
tiempo de existencia;
permites
incesantemente seas
recordada
con afán y eterna
inspiración,
no dejes que aborde
esta triste realidad,
sueña con aquel
paraíso,
que atraída por
siempre estará,
tu imagen soñadora.
Por Juan Jose Curicama Naula
"El Por Siempre Ulises"
ODISEA DE UN AMOR NEFASTO
Quito-Ecuador