Solo tengo estas palabras obscenas
para aquellos refinados oídos;
que llenan de egoísmo e hipocresía.
Solo tengo estas palabras abrumadoras,
llenas de fantasía,
para aquellos escurridizos sueños.
Solo tengo estas palabras vacías,
para aquellos sordos individuos,
que claman absolución y salvación.
Solo tengo estas palabras oprobiosas,
para aquellos viles seres del estado,
que juegan como marionetas al pueblo.
Solo tengo estas palabras tristes,
enjambradas de odio y desidia,
que pronuncia ¡basta! con este desequilibrio.
Solo tengo estas palabras contaminantes,
de desazones y henchida de maldiciones,
así regados de vergüenza y deshonor.
Como ha podido ser posible, que tan aberrantes seres,
pudieran matar lentamente este lecho de vida,
convirtiéndose en verdugos de esta madre naturaleza.
Por: Juan Jose Curicama
“El Por Siempre Ulises”
ODISEA DE UN AMOR NEFASTO
Quito-Ecuador