BIENVENID@S

Estimad@s Amig@s
† † † † † †
† † † † † † Es, este mi delirio de palabras que enfocan la debilidad, fortaleza y en si, me vuleve un loco creador, un poeta que derrama del corazon, inutilies nostalgias....!!!!! † † † † † †

domingo, 5 de diciembre de 2010

Diosa Justiciera


Diosa del placer
y encanto divino,
a ti me consagro, con afán;
eres la luz esplendorosa,
que emerges de la oscuridad,
ahuyentando las maldiciones,
que sofocan al corazón.

Mujer divina y victoriosa,
por ser única, eres grandiosa;
juzgad con máximo rigor,
la especulación asesina,
que envuelve la pobreza,
y cortad con tus espadas,
las cabezas sin piedad.

Eres la Diosa justiciera,
mística y austera,
que domina el privilegio,
y destruye honrosamente,
el espeso mal que consume;
firme con su razón,
y rebelde con la hipocresía,
es la Diosa justiciera,
que en mi pensamiento está.

¡Es ésa la mujer! que en mi,
se a impregnado como sabia
escritura del bien,
donde nunca serán corroídos,
por malditas que sean
las injusticias.

Juan José Curicama
“El por siempre Ulises”
ODISEA DE UN AMOR NEFASTO
Quito - Ecuador

jueves, 2 de septiembre de 2010

Rocio del Alba Mia


Rocío del alma mía,
alba mía, nostalgia del día;
fuente de ventura adorada mía,
angelical visión que siento,
encanto mío,
que derramándose broto;
latidos exorbitantes
del pecho,
anidando está,
con locura tú trecho.

Celeste inmenso del cielo,
engarzado contemplo con celo,
cumbres infinitas,
como queriendo alcanzarte,
intenso cariño que derramo,
¡por amarte!
lucero mío,
no pretendo robar tú brillo;
pues, inquieto estoy,
con candor sencillo;
auge misterioso en desvelo.

Gimiendo está
el corazón;
unísono canto,
en desesperación;
encaminado hacia la lucha,
regocijado de grandeza mucha;
rociado de perfume;
embriagado estoy,
ansioso por mirar tus ojos voy.

Cándida y serena noche,
oyes mis voces en derroche,
rodeado de mágicas estelas;
nefasta como las conchas
de hermosas perlas;
enternecido
como en el edén prometido;
jardín de rocíos,
mística y hermosa;
¡oh mujer de los sueños!
cautiva y misteriosa.

Por: Juan Jose Curicama
"El por Siempre Ulises"
ODISEA DE UN AMOR NEFASTO
Quito-Ecuador

miércoles, 2 de junio de 2010

ESCONDRIJOS



Definitivamente me muero, se mueren, ¡no hay retroceso!
ni tampoco predisposición de los seres,
nos marcamos como sujetos de perecimiento precoz,
más aun, si seguimos generando especulaciones asesinas
me es comprobado que nadie admite su error incontrolable,
como odio este mundo lleno de entes mecánicos, vacios,
incapaces de sobreentenderse, aferrados a su locura,
contaminados al ahogo de su propio vomito superficial;
¡sin embargo he tenido la intención, de cambiar!
¡cambiar si, como si fuera fácil convencer!
¡estos entes, con cabezas de ladrillo!
cuadrados a pesar de todo,
confundidos en su torpe ideología,
y aparte de aquello, rebaños del superficialísimo e ignorancia,
considerándose, capaces de transformar realidades,
que asemejan simplemente la llegada del caos;
¡aayyy, individuos, con aires de buena “voluntad”!
¡no es que me empeñe a ser pesimista!
¡pero tampoco empequeñece mi ego!
solo creo que soy cruel y crudo con lo que contamina.

Vastos seres ausentes de sí mismos,
juagando a ser héroes, por aliviar sus caprichos,
como me cuesta aceptar, cuan diminutos son,
y merodean fingiendo tener la absolución total,
cadentes, miserables, ruines, depreciables,
por el simple hecho de inclinarse a deidades
o conceptos mal fundamentados
creen haber conquistado definitivamente a todos;
¡solo creo en mi percepción empírica!
palpo lo real, porque así, he alimentado el pensamiento,
lo demás simplemente, es edema de la aberración social,
para al fin seguir confundiendo, sus estados emocionales.

Juan José Curicama
“El por siempre Ulises”
ODISEA DE UN AMOR NEFASTO
Quito - Ecuador

lunes, 1 de febrero de 2010

DUELE ACEPTAR LA CEGUERA HUMANA


Gozaba en la delicia de los encantos más misteriosos del alba mía,
En tanto, los sueños iban embarcándose a inciertos lugares del desplacer;
Opacando la vileza que estropea mi magnificencia de complejo poder;
Vanidad es lo que era, no podía aceptar esta mi derrota que era indigna,
Aunque nadie ha pregonado, posible caos de la esperanza, sigo abarcando nostalgia,
Nadando en el oscuro vació, del desperfecto humano,
Ansío la empalagues de mis ojos, para frustrarme del desastre inmisericorde.

Sentado estoy, bajo estos matorrales que me fingen con su sombra; ¡apacibilidad!
Insensata, cobarde y mentirosa, es ahora la naturaleza, con los seres que nos postramos a ella,
Livida u hosca, me atesora con lo egoista y superficial, que quiere fundirme a la debilidad,
Viene acechandome, desde cuando pude utilizar mi razonable creacion omnipotente,
In perpétuum, esta la enmarañada materia que roe, como mutiladoras polillas,
Astutas y malévolas, clamaran que os unáis a este degolló infernal, para acabaros.

Días de angustias, se sigue aproximando, y no saber cuales son los causantes del exterminio:
Inclementes o perceptivos, cual es la verdadera palabra para manutención de esclavos,
Acaso ya se ha perdido al fin, la dignidad de los seres vivos, me entumece esta ligereza:
Zafios, tullidos, enclenques, oprobiosos, mórbidos, que mismo es esta confusión maquiavélica, que se postra sonriente.

Para: La Adorada Mía, Con Mucho Cariño.
Por: Juan José Curicama N.
“El Por Siempre Ulises”
ODISEA DE UN AMOR NEFASTO
Quito-Ecuador

martes, 5 de enero de 2010

COSTRAS DEL ALMA



Me filtro, me enredo en mis sueños,
para reencontrarte en las quejas del alma,
como es consistente amarte, esperándote en mi lóbrego,
como deviene la ternura de un niño a los senos de su madre
como te espero con mi melancolía, alborotada y afligida.

Estirarme tanto, para que sea inútil mi existencia, para embarrarme en los vicios,
no tiene cabida, sería capaz de borrarte,
pero mi locura se conjuga con las cosas diarias y tu,
ahora siénteme, soy el mismo de ayer.
único, sincero, capaz de seguirte esperando hasta mi deceso.

Como es posible, que este pasajero se trunque en las fosas de la vida,
como es injusto seguir pretendiendo escribir, si no existes,
¡ay estas costras del alma mía!, me exprime a la decadencia,
palabras que ya no pronuncian, se sujetan entre la garganta y la lógica,
absurdo o cierto, que demonios somos al final de este recorrido inútil..

Por: Juan Jose Curicama
"El por Siempre Ulises"
ODISEA DE UN AMOR NEFASTO
Quito-Ecuador

Portada de la Obra

Portada de la Obra
Poesía Inedita